El Club de los Sin Camisa

29.Jan.2015 / 08:44 am / Haga un comentario

Desde el primer enfrentamiento contra el invasor español por parte de nuestros pueblos originarios, allá en 1499 en Puerto Flechado, estado Falcón, dio inicio y señal que nuestros pueblos no se dejarían subyugar y la lucha por la libertad, a permanecer libre sería encarnada; nuestro, era el territorio y así debía permanecer… y fue así por largos años. Nuestros Jiraharas, Caribes, Teques afirmarán que esta tierra era nuestra en el grito Caribe de Ana Karina Rote, con Guaicaipuro que logró la unidad de innumerables tribus de nuestros pueblos originarios; es decir, la resistencia libertaria y la unidad empiezan a darse desde muy tempranas horas ante el invasor español. Más de tres siglos marcó ésta lucha que tiene su prolongación en Andresote, José Leonardo Chirinos, dándole el sello afrodescendiente, ser libre y luchar junto a su pueblo. Era la dirección que adquiría nuestro combate contra el extranjero opresor, esta insurgencia fue un proceso que fue afianzando los valores de libertad, unidad y con ello la identidad necesaria para saber quien era el enemigo, no reconocían a nuestros pueblos originarios como gente, sino como animales sin alma, el territorio era valioso para prolongar y extender su mercado; esto condujo a una lucha mucho más allá con la aparición de Bolívar e inspirado en Miranda y un numeroso grupo de hombres y mujeres que heredan de nuestros indígenas y afrodescendientes, la insurgencia ante “trescientos años de calma” organizarse, darle dirección a la lucha, para ser libres definitivamente, conformar una Sociedad Patriótica que fungiera como el primer partido con sus intereses de clase, para llevar a cabo la independencia, allí estaba “el centro de luces” de todos los intereser revolucionarios para poner la piedra fundamental de la libertad suramericana. Es así que bajo un mando, la unidad por definición es ejemplo principal, Simón Bolívar le da sentido histórico dialéctico a la lucha, para luego convertirla en un proyecto internacional de Patria Grande, con ojos previsivos y meditación profunda, inspirado por los conocimiento impartidos fundamentalmente por el primer socialista utópico de América, Simón Rodríguez, avisora la aparición del imperialismo estadounidense; seguimos viendo, palpando los valores de lucha, libertad, independencia, entrega , dar la palabra y cumplirla por el compromiso adquirido con el pueblo y por su Patria. Sin embargo, la aparición permanente de la traición, los sueños sufren sus derrotas, aparece no obstante quienes saben que la lucha es contra los ricos, es por los pobres, se asume la clase y aparece Zamora, retomando las banderas bolivarianas, de nuevo recobran fuerza estos valores y la lucha renace en el seno del pueblo; la traición, derrota al general de hombres libres y se impone una oligarquía que arremete contra los desposeídos y los despoja de sus bienes instaurando una dictadura de clase con todas sus formas representativas. Una juventud forjadora de patria libre y soberana, insurge en los años 1960 con ideales antiimperialistas y socialista. camino que le antecedió las ideas nacionalistas de Isaías Medina Angarita y Cipriano Castro ante la entrega de Páez, Flores, Santander y más tarde Gómez. Luego de sucesivas derrotas en el plano militar y político de persecuciones y asesinatos en la llamada cuarta república y ante las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y la desatada corrupción que impregnó el alma nacional por los voceros del imperialismo estadounidense a través de los diferentes partidos de la derecha, ante este desmadre, aparece el pueblo insurreccionado, espontáneo, violento con sus opresores el 27 y 28 de febrero de 1989 y moviliza a una juventud militar y patriótica del 4 de febrero y 27 de noviembre liderizado por Hugo Chávez, quien enrumbaría los destinos de la Patria y el pueblo por los caminos de bienestar y felicidad, por los caminos del antiimperialismo, los caminos que conducen al socialismo con la resolución de ser libres, pase con lo que pase; son las banderas de Simón rodríguez, Zamora y Bolívar, cuerpo a cuerpo con el pueblo, haciéndolo visible, incluyéndolo definitivamente en la construcción de Patria Libre y Soberana.

Hugo Chávez creó poder, poder originario constituyente, poder para servir, poder para transformar, poder para amar y se lo entregó al pueblo, pues lo construyó con él. La unidad, la insurgencia, el conocimiento, lo colectivo, lo unió a la sabana y allí se inspiró, por ello amó a la Patria y sirvió a su pueblo hecho maestro, echó su suerte con los pobres de la tierra.

 

“Dónde iremos a buscar modelos, la América debe ser original. Inventamos o erramos”.

Desde el primer enfrentamiento contra el invasor español por parte de nuestros pueblos originarios, allá en 1499 en Puerto Flechado, estado Falcón, dio inicio y señal que nuestros pueblos no se dejarían subyugar y la lucha por la libertad, a permanecer libre sería encarnada; nuestro, era el territorio y así debía permanecer… y fue así por largos años. Nuestros Jiraharas, Caribes, Teques afirmarán que esta tierra era nuestra en el grito Caribe de Ana Karina Rote, con Guaicaipuro que logró la unidad de innumerables tribus de nuestros pueblos originarios; es decir, la resistencia libertaria y la unidad empiezan a darse desde muy tempranas horas ante el invasor español. Más de tres siglos marcó ésta lucha que tiene su prolongación en Andresote, José Leonardo Chirinos, dándole el sello afrodescendiente, ser libre y luchar junto a su pueblo. Era la dirección que adquiría nuestro combate contra el extranjero opresor, esta insurgencia fue un proceso que fue afianzando los valores de libertad, unidad y con ello la identidad necesaria para saber quien era el enemigo, no reconocían a nuestros pueblos originarios como gente, sino como animales sin alma, el territorio era valioso para prolongar y extender su mercado; esto condujo a una lucha mucho más allá con la aparición de Bolívar e inspirado en Miranda y un numeroso grupo de hombres y mujeres que heredan de nuestros indígenas y afrodescendientes, la insurgencia ante “trescientos años de calma” organizarse, darle dirección a la lucha, para ser libres definitivamente, conformar una Sociedad Patriótica que fungiera como el primer partido con sus intereses de clase, para llevar a cabo la independencia, allí estaba “el centro de luces” de todos los intereser revolucionarios para poner la piedra fundamental de la libertad suramericana. Es así que bajo un mando, la unidad por definición es ejemplo principal, Simón Bolívar le da sentido histórico dialéctico a la lucha, para luego convertirla en un proyecto internacional de Patria Grande, con ojos previsivos y meditación profunda, inspirado por los conocimiento impartidos fundamentalmente por el primer socialista utópico de América, Simón Rodríguez, avisora la aparición del imperialismo estadounidense; seguimos viendo, palpando los valores de lucha, libertad, independencia, entrega , dar la palabra y cumplirla por el compromiso adquirido con el pueblo y por su Patria. Sin embargo, la aparición permanente de la traición, los sueños sufren sus derrotas, aparece no obstante quienes saben que la lucha es contra los ricos, es por los pobres, se asume la clase y aparece Zamora, retomando las banderas bolivarianas, de nuevo recobran fuerza estos valores y la lucha renace en el seno del pueblo; la traición, derrota al general de hombres libres y se impone una oligarquía que arremete contra los desposeídos y los despoja de sus bienes instaurando una dictadura de clase con todas sus formas representativas. Una juventud forjadora de patria libre y soberana, insurge en los años 1960 con ideales antiimperialistas y socialista. camino que le antecedió las ideas nacionalistas de Isaías Medina Angarita y Cipriano Castro ante la entrega de Páez, Flores, Santander y más tarde Gómez. Luego de sucesivas derrotas en el plano militar y político de persecuciones y asesinatos en la llamada cuarta república y ante las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y la desatada corrupción que impregnó el alma nacional por los voceros del imperialismo estadounidense a través de los diferentes partidos de la derecha, ante este desmadre, aparece el pueblo insurreccionado, espontáneo, violento con sus opresores el 27 y 28 de febrero de 1989 y moviliza a una juventud militar y patriótica del 4 de febrero y 27 de noviembre liderizado por Hugo Chávez, quien enrumbaría los destinos de la Patria y el pueblo por los caminos de bienestar y felicidad, por los caminos del antiimperialismo, los caminos que conducen al socialismo con la resolución de ser libres, pase con lo que pase; son las banderas de Simón rodríguez, Zamora y Bolívar, cuerpo a cuerpo con el pueblo, haciéndolo visible, incluyéndolo definitivamente en la construcción de Patria Libre y Soberana.

Hugo Chávez creó poder, poder originario constituyente, poder para servir, poder para transformar, poder para amar y se lo entregó al pueblo, pues lo construyó con él. La unidad, la insurgencia, el conocimiento, lo colectivo, lo unió a la sabana y allí se inspiró, por ello amó a la Patria y sirvió a su pueblo hecho maestro, echó su suerte con los pobres de la tierra.

Dónde iremos a buscar modelos, la América debe ser original. Inventamos o erramos”.

 

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