Batallón Sin Nombre
EL RETO DE VENCER AL VOTO MERCANCÍA
Una vez culminado el proceso comicial del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se impone una seria y profunda reflexión acerca de la naturaleza del mismo, los móviles que le sirven de impulso, así como la concepción política que impera para determinar los intereses de clases en juego y su vinculación con el desarrollo del ejercicio de la democracia Bolivariana. Se trata de aplicar con agudeza la sabia conseja del Libertador Simón Bolívar, cuando en el Manifiesto de Cartagena proporcionó el método de análisis siguiente: “…ojos previsivos y una meditación profunda…” En definitiva, se trata de dilucidar, sin apasionamientos subjetivos, hasta donde estos procesos electorales contribuyen a desarrollar y consolidar la Revolución Bolivariana.
En el Programa de la Patria El comandante Chávez, dejó trazado el plan político para impulsar por cauces revolucionarios el proceso patriótico emancipador que vivimos en Venezuela, y destacó como una orientación básica para la práctica política, el “…pulverizar el Estado burgués que hemos heredado…”, destruyendo la lógica económica capitalista mientras hacemos supremos esfuerzos por construir el socialismo. De modo que no puede haber iniciativa política que impulse el PSUV, que no se orienten en base a estos criterios.
Siguiendo estos parámetros para el análisis del reciente proceso eleccionario del PSUV para escoger los candidatos a la Asamblea Nacional, podemos deducir las siguientes consideraciones: En primer lugar, las condiciones políticas en las que se realizan estos eventos electorales, están absolutamente dominadas por el clientelismo más vulgar y grotesco que se practica amplia y abiertamente sin escrúpulo alguno, que hacen del voto una vulgar mercancía que el elector cambia por algún bien o favor, y de este modo el voto se convierte en un instrumento de manipulación y chantaje que lejos de contribuir a pulverizar el Estado Burgués y la lógica económica capitalista la fortalecen. En segundo lugar, el proceso electoral se convierte en un mercado de valores y negociaciones en donde quienes disfrutan de las ventajas de sus relaciones con el poder nacional, someten la voluntad popular al designio burocrático y autoritario de las cúpulas que se han enquistado en el PSUV. En tercer lugar, el impulso sostenido de estas lógicas perversas han contribuido al nacimiento de una clase social parasitaria que controla el poder en el partido que resulta de la fusión del Pequeñoburgués y el lumpenproletario, generando una dinámica interna caracterizada por el ventajismo, la castración del espíritu democrático y una peligrosa corriente liquidacionista del partido.
Mediante este proceder perverso, los logros y recursos que la revolución destina para el pueblo los monopolizan algunos sectores internos para establecer una relación política de dominio, de chantaje y manipulación de la opinión y la voluntad política de la militancia, surgen entonces, en estos procesos internos, las amenazas de dejar sin casa, empleo o de cualquier otra reivindicación a quen no esté de acuerdo con la fórmula del burócrata, autocrático y manipulador. Se realizan sin ningún tipo de vergüenza moral, actos políticos que se apoyan en la delincuencia, justificándolo todo por el desmedido afán de salir vencedores en las elecciones internas, sin importar la forma y a cualquier precio, de allí que sea totalmente reprochable y condenable actos políticos como el protagonizado en el histórico pueblo de Ospino, mancillando la memoria de MAISANTA, por uno de los precandidato, para quien el socialismo y el Bolivarianismo son simplemente fachadas para esconder sus perversas negociaciones políticas.
El concepto de socialismo va intrínsecamente ligado al de proletariado así como el de Bolivarianismo lo está al de Patria soberana, la honradez y democracia, en consecuencia no podemos admitir que la práctica política del PSUV se desarrolle ajena a la observancia de estos principios; bien lo decía Federico Engels en su obra La Guerra Campesina en Alemania: …”todo dirigente obrero que se haga servir para su guardia personal por el lumpenproletario es un traidor a la clase”… Por ello, desde la Corriente de Opinión el Batallón Sin Nombre, hacemos el llamado revolucionario a cerrar filas contra la corriente derechista que se ha apoderado del Partido y contribuir a desarrollar las corrientes revolucionaria que reivindican el legado de Chávez y saben orientarse por el Pensamiento Bolivariano y el Marxismo.
Acarigua 2 de julio de 2015.